Imagine una plática con Mary empresaria PYME:
¿En qué piensa cuando desea hacer crecer sus negocios?
¨¿Cómo que en qué?, en ganancias pues licenciado, sino ¿para qué es la empresa?¨
¨Para tener más ingresos y poder re invertir en maquinaria nueva¨
¨Negocio = dinero, por tanto, mejores negocios es igual a mayor dinero¨.
¿Y con base a qué va a vivir su negocio?
“De las ventas, y la forma de administrarme¨
¿Y cómo va a generar esas ventas?
“Con Clientes que comprarán mis productos…obviamente”
Y si sabemos que son los consumidores quienes finalmente van a pagar por nuestros productos, y son ellos quienes harán que nuestro negocio sea exitoso o no: ¿Por qué cuando pensamos en hacer buenos negocios, pensamos únicamente en dinero?
¿Por qué cuando pensamos en negocios no pensamos mejor qué es lo que necesitan y desean los clientes?, ¿qué les hace falta?, ¿qué tan satisfechos están con lo que compran a la competencia? ¿Qué necesidades del mercado hay presentes y aún nadie atiende?.
Mary Empresaria PYME: “Oiga licenciado, pero para hacer eso hay que tener mucho dinero para pagar un mercadólogo o publicista y hacer investigación de mercados…”
Eso no es tan cierto, para hacer una investigación de mercados a gran escala con objetivos grandes y expectativas puede serlo, pero para detectar necesidades insatisfechas en nuestro mercado, tener nuevas ideas para comercializar sus productos y dar servicio al cliente lo que nos falta es SENTIDO COMÚN.
El sentido común es la base del negocio porque adoptándola en toda la comunidad y entornos de su negocio, le permite colocarse en una posición de servidor, de alguien que busca permanentemente más y mejores formas de servir a sus consumidores, y por tanto, concentra su estrategia en conocerlos y darles el producto más adecuado a sus necesidades y deseos.
Hace algunos meses una señora de Cancún Quintana Roo (México), que confecciona diferentes prendas, paseaba por el centro comercial de la ciudad buscando oportunidades, buscando que podría ofrecerles a las personas para que estuvieran más cómodas, de repente algo que quisieran pero no encontraran.
Se dio cuenta que muchas señoras iban a comprar con sus hijas menores y que muchas de las señoras andaban con sus mascotas y claro como son pate de la familia, platican con ellas e incluso tratan de tenerlas a gusto, y pensó, ¿¨Por qué no fabricar ropa para esas mascotas?; las niñas deben querer cambiar de ropa a sus mascotas. Además de que descubrió que incluso hay más veterinarias y guarderías para perros que para personas.
Hoy en día la ropa para mascotas se vende en diferentes puntos de la ciudad y le ha permitido a nuestra señora mejorar sus ingresos no sólo en forma rápida sino por sobre todo, en forma sostenida.
Y es que la diferencia entre un empresario PYME vendedor y un empresario PYME que ayuda al cliente a comprar, es que el primero se preocupa de ganar hoy, mientras el segundo se preocupa de ganar y que gane su comprador hoy y mañana.
Y aquí el sentido común juega un papel muy importante porque consiste en ponerse en el lugar de toda persona en sus diversos entornos y observar los comportamientos como nuestra amiga de Cancún y asimilar y determinar ¿qué pasaría si??... la respuesta la tiene el cliente o usuario de sus productos en su comportamiento de compra.
Luis Salinas
@luismkt